miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Desconfianza o falta de organización?

El mundo de los perros y gatos en necesidad de ayuda en el Perú es una imagen bastante certera del país en general. Somos desconfiados y nos falta organizarnos.
¿Hay algo más frustrante que ver la desidia (cuando no es crueldad) con la que tratamos a los perros y gatos de la calle sólo en Lima? Sí, por más que parezca increíble, más frustrante aún puede ser intentar ayudar.
Esto me ha sucedido en la última semana. Son dos casos diferentes, uno involucra a un perro posiblemente perdido o robado y el segundo a un gatito casi recién nacido.
El perro apareció deambulando por Comas donde se puso a seguir a una señora de muy buen corazón pero pocos recursos. A ella no le importó no tener dinero y decidió cuidarlo y pedir ayuda. Debe haberse conectado de alguna manera con una de las muchas personas que buscan ayuda para estos casos porque su foto apareció en Facebook: flaquísimo, casi sin poder mantenerse en pie. Lo puse como perrito del día en Ladra Lola declarando que me interesaba ayudarlo y una buena amiga me llamó a decir que ella colaboraría en lo que fuera necesario. Hasta ahí todo bien. Llamé a la señora que lo había recogido. Me explicó que no lo tenía, que lo tenía una amiga, que ella no vivía en Comas, que ese día había estado de visita
. Le recomendé que se lo llevara a su casa si ella lo iba a cuidar y me avisara para luego encontrarnos en una veterinaria. Empezó a desconfiar. ¿Me lo van a quitar? Sólo queremos ayudarlo, necesita ser visto por un médico. Al día siguiente me llegó un mensaje: ya lo tengo en mi casa. La llamé luego de coordinar con mi amiga para que lo recibiera el veterinario. Me dijo que una señora ya lo había llevado, le habían hecho análisis, tenía anemia severa, necesitaba comer mucho, que lo podía ir a visitar. ¿El nombre de la señora? Una señora Liliana, del apellido no se acordaba. ¿La veterinaria? En Chorrillos, pero del nombre tampoco se acordaba. Empecé a desconfiar yo. ¿Existiría el perrito? Me ha dado su dirección, con indicaciones precisas sobre cómo llegar. Me llamó a darme los resultados de los análisis. Me ha llenado de bendiciones. Pero tal vez su desconfianza inicial y luego la mía no permitieron que el perrito recibiera la ayuda que necesitaba. Espero que sea cierto que lo ha visto un veterinario.
El caso del gatito es más frustrante porque lo ve una organización establecida. Es uno de cinco hermanitos encontrados. A éste lo mordió un perro y arrastra las patitas de atrás y los otros están en adopción. Nunca he tenido un gato pero he visto a una de mis perras morder a un perro mucho más pequeño y el impacto que se siente cuando eso pasa es enorme. Tal vez por eso, a pesar de no trabajar con gatos, puse a éste en Ladra Lola y me contacté con la organización. Inicialmente me mandaron información: el gatito necesita  rayos x, antibióticos, exámenes. Ok. ¿Cuánto cuesta eso? ¿Tienen una cuenta de banco dónde hacer un depósito? ¿Me pueden decir el nombre de la veterinaria? Nada, nada, nada. He insistido. Nada. No puedo hacer nada por ese gatito pero tengo un video cortito donde se le ve arrastrarse. Y se preguntan ¿es que nadie quiere ayudarlo? Me siento como la chica que sabe todo en clase, levantando la mano y gritando ¡yo! ¡yo! ¡yo! Pero no hay respuesta. Parece que nadie lee mis mensajes. Y mientras tanto en el video el gatito sigue arrastrándose. No sé qué estará pasando con él en la vida real fuera de Facebook y mientras tanto su imagen en la página de la organización ya fue remplazada por muchas otras de otros animalitos que también necesitan ayuda.

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